Es útil la EPIDEMIOLOGÍA para analizar los discursos cotidiano e institucional?:
Una protección contra el reduccionismo extremo. Ejemplos de aplicación de la epidemiología a proverbios institucionales sobre la salud
(1ª publicación el 02/01/2013 a las 11:16 en Bligoo.com. Última actualización el 7-1-2016)
Mario Borini
En este artículo la pretensión es entrenarnos en la epidemiología
aplicada al lenguaje del saber cotidiano, para luego aplicarla al discurso de
entidades obligadas a respetar el lenguaje científico
EPIDEMIOLOGÍA
APLICADA AL LENGUAJE DEL SABER COTIDIANO
La frase “El orgullo y la dignidad no se matan, se crean con trabajo”,
difundida por la Fundación Carasucias creada por Mónica Carranza, luce cerca
del cartel de una parrilla en la Costanera Sur de la Ciudad de Buenos Aires que
reza: “Como no somos los únicos, nos dedicamos a ser los mejores”
En estas líneas nos proponemos mostrar la capacidad
del pensamiento epidemiológico para poner de manifiesto la parcialidad de ambas
afirmaciones, en el caso de que expresen alguna verdad. No se trata de que sean
necesariamente falsas, sino que, aún en el caso de ser verosímiles o aun más,
parcialmente verdaderas, el problema reside en la contundencia de las
afirmaciones y negaciones. O sea: no podemos dejar de ser reduccionistas, en el
sentido de que todo lo que pensemos o digamos está siempre limitado, en tanto
incapaz de extenderse a todo el tiempo como una verdad eterna y a todo el
espacio como una verdad universal. El problema está en no aclarar nuestro
reduccionismo, hasta el punto de creer y saber-querer-poder hacer creer que
alcanzamos alguna verdad eterna y universal. Un reduccionismo extremista, si me permiten el oxímoron
La epidemiología[1] no posee el
único enfoque y método para poner al descubierto aquellas exageraciones del
lenguaje cotidiano. Pero sin duda posee una válida y sistemática manera de
descubrirlas y evitarlas, tema sobre el que aquí innovaremos
Si observamos la primera frase colocada en este cuadro, veremos que
posee una sola de las 4 condiciones mínimas que se requieren para una
inferencia epidemiológica[2], o sea, para establecer que una asociación entre dos hechos no solo va
más allá de ser una casualidad sino que es aún más que una asociación
estadística: si las circunstancias alcanzan para esa inferencia, esta consiste
en decir si la relación entre dos variables indica la capacidad de cierto
cambio en una de ellas para operar un cierto cambio en la otra
Orgullo y dignidad
|
|||
Sí
|
No
|
||
Trabajo
|
Sí
|
x
|
¿?
|
No
|
¿?
|
o
|
La “x” marca la única celda a la que se refiere la
frase de la Fundación Carasucias. El supuesto es que lo contrario (o), la falta
de trabajo, llevan a perder el orgullo y la dignidad. Pero aun suponiendo que
esto ocurra, el cuadro no revela nada de por lo menos otras dos situaciones que
presentamos en forma de pregunta (¿?):
- La
falta de trabajo, ¿no se puede sobrellevar con orgullo y dignidad?
- El
trabajo, ¿no lleva a veces a perder el orgullo y la dignidad?
Podríamos dar ejemplos. Pero nos parece tan obvio que ambas preguntas
pueden contestarse afirmativamente observando la vida cotidiana, que omitiremos
aquí esos ejemplos de cómo se sobrelleva dignamente la falta de trabajo y cómo
el trabajo puede ser un medio para perder la dignidad
Daremos un tratamiento similar a la segunda frase (“Como no somos los
únicos, nos dedicamos a ser los mejores”), a fin de entrenarnos para abordar al
final algunas frases que por su dogmaticidad pueden considerarse
proverbios, difundidos por organismos de gobierno que
son autoridades regulatorias en temas de salud, objeto central de esta
nota:
Mejores
|
|||
Sí
|
No
|
||
Únicos
|
No
|
x
|
¿?
|
Sí
|
¿?
|
o
|
Volvemos a ver que la frase se limita a una sola
celdilla (x). Aquí el supuesto es que si fuéramos los únicos, no nos
dedicaríamos a ser los mejores (o). Casi una obviedad en un mundo competitivo.
Pero por supuesto nada obvio en un mundo donde prime la auto-superación, sin
competencia con ningún otro. Pero aun suponiendo que no ser los únicos alimente
nuestra decisión de ser los mejores, quedan sin develar por lo menos dos
situaciones que presentaremos también a modo de pregunta:
- Si no
fuéramos los únicos, ¿podríamos ser los peores?
- Y si
fuéramos los únicos, ¿acaso no podríamos ser mejores?
Vuelve a ser obvio que podemos contestar
afirmativamente ambas preguntas, de manera que la afirmación del cartel de la
parrilla crea, al revés de lo que sus dueños pretenden. aún más incertidumbre (no contaban con nuestra astucia)
EPIDEMIOLOGÍA APLICADA AL DISCURSO DE ENTIDADES
OBLIGADAS A RESPETAR EL LENGUAJE CIENTÍFICO
Ahora veamos la estructura de un tipo de apelaciones institucionales en
el ámbito de la salud, a fin de trasladar a este campo la experiencia aprendida
con los ejemplos anteriores del lenguaje cotidiano.
Vamos a tomar como ejemplo un tipo de apelación,
vigente en dos instituciones oficiales. Por una parte, del Instituto
Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante en Argentina
(INCUCAI) para aumentar la tasa de donantes de órganos. Y por otra, de la Superintendencia de Seguros de la Nación para
controlar el cáncer de próstata
La apelación del INCUCAI que comentaremos será la base axiomática que
utiliza desde hace años para incrementar la tasa de donantes de órganos en el
país: sea
solidario, done órganos. Importa subrayar que este tipo de apelaciones recae en el supuesto de
que la donación de órganos expresa solidaridad o, lo que es lo mismo, que la
solidaridad se expresa mediante esa donación
Donación de órganos
|
|||
Sí
|
No
|
||
Solidaridad
|
Si
|
x
|
|
No
|
Pese a que el INCUCAI es una Institución regida por
normas científicas, tanto del derecho (Leyes y Resoluciones) como en las normas
deseables para el trasplante desde el punto de vista de las ciencias vinculadas
a la atención directa de la salud (Protocolos, Guías), la frase incurre en el
mismo tipo de reduccionismo del lenguaje cotidiano ya analizado. El supuesto es
que la insolidaridad lleva a la negativa para la donación de órganos. Aún
admitiendo la veracidad del supuesto, o sea, de que la falta de donación
implica falta de solidaridad, quedan aún por lo menos dos situaciones no
develadas, que insistiremos en presentar como preguntas:
- La
solidaridad, ¿puede seguirse de negativa a la donación de órganos?
- La
insolidaridad, ¿se opone a la donación de órganos?
En la primera situación, la persona solidaria puede estar desinformada y
no inscribirse en el Registro de Donantes. O puede estar informada y dejar la
decisión para el momento en que la donación se plantee. O subordinar su
decisión a la de familiares que le piden que no se inscriba. E incontables
razones más
En la segunda situación, parece obvio que no es
así: una persona no solidaria puede tranquilamente inscribirse como donante.
Parece algo elemental que quien se considere muerto estará dispuesto a donar
desde que la insolidaridad no le devolverá la vida. Además existen otras formas
de pseudo solidaridad más difíciles de distinguir: de beneficencia sin
transformación de relaciones interpersonales ni sociales, de cofradía, de
control, cosmética, culposa, de eslogan, de espectáculo, hedonista, heroica, y
de lástima [3]
Propongo que pasemos al 2º ejemplo, el provisto por la Superintendencia
de Seguros de la Nación (SSN). En diciembre de 2012, los muros de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires se revistieron con carteles que expresaban: “Un
hermano mío murió de cáncer de próstata porque se dejó estar. No lo postergues:
una vez al año visitá al urólogo”. Abajo del texto se presentaba el organismo
responsable del cartel mediante esta leyenda: www.ssn.gov.ar,
correspondiente a la página de la SSN
Muerte por cáncer de próstata
|
|||
Sí
|
No
|
||
Se dejó estar
|
Si
|
x
|
|
No
|
El cuadro no aclara qué habría pasado si no se dejaba estar. Pero este conocimiento es fundamental para saber si dejarse o no estar
estar tiene una sociedad con la muerte o no. No podemos obviar, además, que la
afirmación se refiere a un hermano, sin saber lo que ocurrió con los otros y,
por extensión, con grupos sociales o la sociedad entera. Caso contario
estaríamos suponiendo que lo ocurrido a un hermano es trasladable a todos los
demás varones del planeta. Salta a la vista la nueva complejidad que agregan
estas preguntas, que dependen de un conocimiento acerca de la prevalencia de
este cáncer en distintas regiones y grupos, de la evolución que lo caracteriza
en ellos y de la calidad del sistema de atención. Ni qué hablar si nos
preguntamos, aún más, por los contextos y hechos que influyen en la generación
de este cáncer, lo que haría notar el enfoque recuperador del texto del cartel,
en desmedro de una prevención que excede en mucho al sistema de salud [4]
Aclaremos algo más: las cotizaciones de los seguros
dependen de la magnitud de riesgos. Convengamos: sin riesgos no se justifica la
existencia de un seguro. De hecho, los seguros en Argentina se iniciaron a
fines del s. XVIII frente a la magnitud de los desastres marítimos en el
comercio con España. No sería entonces casual que la industria aseguradora
procure aumentar la conciencia de los riesgos a fin de aumentar el monto de las
pólizas, al mismo tiempo que evitar sus consecuencias para reducir
indemnizaciones. Carteles como el mencionado, tienen este doble efecto. Y por
qué el cartel en cuestión está editado por la Superintendencia, organismo del
Ministerio de Economía y Finanzas Públicas que debiera regular a los Seguros?
El presupuesto de la SSN [5] proviene en
un 100% de ingresos no-tributarios y particularmente del pago de la Tasa
Uniforme por las aseguradoras, calculada sobre las primas que pagan los
asegurados. Dicha Tasa constituye el recurso principal del Organismo y se
recauda conforme la Ley Nº 20.091 de Entidades de Seguros y su Control. Además,
desde un punto de vista más general, la tendencia es que los Seguros aporten
fondos a la economía real, proveyendo préstamos con intereses bajos a empresas
públicas y privadas, a cambio de que el Estado, mediante exenciones
impositivas, incentive y hasta obligue a las empresas, familias e individuos a
asegurarse. O sea, hay una fuerte sociedad de intereses entre los Seguros y el
Estado. Y qué tanto tienen que ver las Compañías de Seguros con la salud?
Ocurre, que desde los 90 declinaron los seguros tradicionales, fundamentalmente
los de automotores por aumento de siniestralidad e imposibilidad de aumentar
proporcionalmente las primas al acceder la clase media baja y baja a la compra
de vehículos. Esta declinación llevó a las Compañías de Seguros a
diversificarse ingresando masivamente en el aseguramiento de la vida y la salud
cuando descubrieron el excedente económico apropiable de este campo [6]
Finalmente, una reflexión médica: ¿se sabe
suficientemente que cerca de un 10% de las autopsias de varones por arriba de
los 50 años revela un carcinoma en la próstata no diagnosticado ni relacionado
con el desencadenante de la muerte (cf. por ejemplo, Cancer Research UK:
Prostate cancer - UK incidence statistics), y que esta proporción en algunos
países es superior al 50% en mayores de 90 años (cf. Instituto Nacional del
Cáncer, INH, EEUU)[7]?. Entonces, las nuevas preguntas surgen inevitables: qué hubiera pasado
con diagnósticos en vida? Cuántos hubieran muerto por complicaciones de la cirugía,
que se estiman en 2 por mil? Cuántos hubieran sufrido internaciones o muerte
por complicaciones de la simple biopsia[8] [9]? Es sabido, además, que el diagnóstico de cáncer de próstata aumenta
la probabilidad de tener una crisis cardíaca o de suicidarse durante el
año siguiente al diagnóstico o de morir por complicaciones del tratamiento para
un cáncer que podría haber seguido asintomático[8] [9].Cuántos hubieran padecido impotencia y/o incontinencia urinaria
post-quirúrgica, a veces innecesariamente? En qué proporción se hubieran
discutido terapias alternativas a la cirugía, incluso tan médicas como la
colocación de agujas de iodo 125 o paladio 103 (braquiterapia), que no se sigue
de esas complicaciones? No me parece necesario abundar en más preguntas para denotar
de cuántas maneras se puede poner en jaque la recomendación de la SSN
CONCLUSIONES
Las frases con más de un término de comparación[10], pueden ser volcadas en un cuadro de 4 casillas como es básico en la
epidemiología más elemental. De no hacerlo, siempre habrá situaciones
directamente implicadas acerca de las que nada puede afirmarse. Los supuestos
que se generan sobre esas situaciones corren por cuenta de quien no advierte el
silencio sobre ellas
Es difícil imaginar el desarrollo del lenguaje
cotidiano como para predecir cuál es su límite en relación con la complejidad
de las lógicas en juego, muchas de ellas privativas de otros lenguajes. Pero el
desconocimiento de ese límite no impide hipotetizar que, aún sin pleno dominio
de esas lógicas (formal, dialéctica, nihilista, informal, paradojal, etc.), la
población o varias sub-poblaciones pueden advertir, liminal o subliminalmente,
la dominación que establece un lenguaje reduccionista [11]
Es tal vez imposible concebir un lenguaje no reduccionista, en cuanto se
refiere a una parcialidad del cosmos y del tiempo, al menos en la noción que
hoy tenemos de ellos, por abarcativo que ese lenguaje sea. Pero entonces
el problema es el absolutismo de ese lenguaje cuando no se reconoce
reduccionista y pretende afirmaciones o negaciones universales y eternas
En este contexto de comprensión del autoritarismo en el lenguaje, se
puede hipotetizar que cierta resistencia cultural a una política pública
expresa también una percepción popular del absolutismo de ésta, más allá del
beneficio del que esa política se invista. En nuestro ejemplo de la promoción
de la donación de órganos, es probable que el uso de un cierto lenguaje no sea
indiferente a una parte de la reticencia de la población en su inscripción como
donante
Y en cuanto a la SSN, si bien no es un organismo del sector salud, como
sí lo es el INCUCAI, no por eso tiene que omitir la rigurosidad en sus
presentaciones de temas de salud ante la sociedad, como una condición no
solamente de valía para la cientificidad, sino para ahuyentar la sospecha de
conflictos de intereses a favor de las compañías aseguradoras comerciales
Pero si ambas, INCUCAI y SSN, adoptan lenguajes cotidianos
inconsistentes o incoherentes, la epidemiología alcanzará para delatarlos por
más científicos que parezcan
LMBORINI@INTRAMED.NET
[1] Disciplina
que estudia una población o ambiente en el tiempo (unidad de análisis) con
varios casos (unidades de observación) en relación a dos o más condiciones
relevantes (variables, abiertas en valores) , para establecer si existe o no
alguna dependencia entre ellas y, si existe, de qué tipo es
[2] La
inferencia epidemiológica es una conclusión acerca de si hay o no dependencia o
interdependencia entre una variable y otra, mientras que la inferencia
estadística llega solamente a establecer la constancia de la asociación entre
ellas
[3] García,
Oscar, La
Pelota Cuadrada: cómo se juega a la Solidaridad en la Argentina Posmoderna, Ediciones Seguir Creciendo, Buenos Aires, 2007
[4] La
prevención, como en la mayoría de los demás temas de salud, ha sido mucho menos
estudiada que la detección y tratamiento del cáncer una vez instalado. Con
todo, hay datos de mayor prevalencia en varones de piel negra. Y entre blancos,
es mayor en países desarrollados, sin que esté clara la proporción de esta
diferencia que sería imputable al distinto desarrollo de los sistemas de salud
en la detección de este cáncer. La obesidad, cierta alimentación y el
tabaquismo han dado resultados tendenciosos pero aún contradictorios. Las
mutaciones en los genes BCRA1 y BCRA2, en caso de incidir, representarían una
proporción muy pequeña de los casos con este cáncer (cf. American Cáncer
Society,
http://www.cancer.org/espanol/cancer/cancerdeprostata/guiadetallada/cancer-de-prostata-causes-risk-factors)
[5] Algo más de
$331 millones para 2013, asignados a la SSN como Entidad 603 de la Jurisdicción
30 -Ministerio de Economía y Finanzas Públicas
(http://www.mecon.gov.ar/onp/html/presutexto/proy2012/jurent/pdf/P12E603.pdf)
[6] Borini,
Mario, Reforma sanitaria argentina: ¿cómo se crea el nuevo excedente para
una apropiación legalizada?, Revista Salud: Problema y Debate, Año
VIII, Nº 14, Primavera del 96, Bs. As., pp. 4 a 15
[7] “No está claro si los beneficios del examen de detección con PSA
superan los perjuicios de las pruebas de diagnóstico y de los tratamientos
resultantes por cánceres que en muchos casos nunca habrían de poner en peligro
la vida de un hombre” (Instituto Nacional del Cáncer o INH-EEUU, actualización
de 2011 en http://www.cancer.gov/espanol/cancer/diagnostico-estadificacion/diagnostico/hoja-informativa-marcadores-de-tumores#q6)
[8] Loeb S, Carter HB, Berndt SI, Ricker W,
Schaeffer EM. Complications after prostate biopsy: data from
SEER-Medicare. J Urol2011;186:1830-4.
[9] Gallina
A, Suardi N, Montorsi F, et al. Mortality at 120 days after prostatic biopsy: a population-based study
of 22,175 men. Int J Cancer2008;123:647-52
[10] Decimos comparar en
el sentido de examinar diferencias y parecidos entre
perspectivas de entes, procesos o hechos (por ej., entre dos versiones de un
mismo hecho), así como de establecer condiciones de dos o más entes, procesos o
hechos entre sí, como solidaridad y donación en nuestro ejemplo
(TheFreeDictionary)
[11] Esta afirmación es
refutable con entrevistas a población no inscripta como donante, tema de
investigación
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